Audiología

¿Has notado alguna vez que las personas a tu alrededor parece que hablan demasiado bajo? Si coges el teléfono ¿te cuesta seguir una conversación?¿Has pensado alguna vez que molestas a la gente que te rodea porque dicen que hablas muy alto o pones la TV o la radio a un volumen excesivo

Si te ha ocurrido alguna de estas situaciones,  puedes tener un problema auditivo. Pero no te preocupes… Podemos ayudarte. 

¿Cómo oímos? ¿Qué es un problema auditivo?

El proceso auditivo es fascinante y esencial para nuestra comunicación y percepción del mundo que nos rodea. El oído humano es un sistema complejo que capta y procesa las ondas sonoras, transformándolas en señales que nuestro cerebro interpreta como sonidos. Un problema auditivo, por otro lado, se refiere a cualquier alteración en este proceso, que puede afectar la capacidad de una persona para oír correctamente. Estos problemas pueden variar desde la pérdida auditiva parcial hasta la sordera total, y pueden tener diversas causas, como lesiones, infecciones, exposición a ruidos fuertes o factores genéticos. Identificar y abordar a tiempo los problemas auditivos es crucial para garantizar una vida plena y una comunicación efectiva.

En este vídeo te explicamos cómo se procesa la señal acústica y cómo escuchamos los sonidos así como en qué consisten los problemas auditivos.

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Acúfenos o tinnitus: qué son y cómo proceder​

Los acúfenos son sonidos como timbres, zumbidos o siseos que se escuchan cuando no están presentes en el entorno. 1 de cada 5 personas en España experimenta acúfenos (o tinnitus) y casi 12 millones de personas acuden al médico por esta causa anualmente.

 

Preguntas frecuentes sobre Audiología

¿Qué es la hipoacusia?

La hipoacusia es una pérdida auditiva que puede ser causada por varios factores: el paso del tiempo, la herencia genética, ciertas enfermedades, la exposición al ruido o la acumulación de cerumen, entre otros.

Existen varios grados de pérdida auditiva en función de la cantidad de pérdida:

PÉRDIDA AUDITIVA 

GRADO DE PÉRDIDA

SÍNTOMAS

Normal

De 0 a 25 dB

La audición se considera normal

Leve

De 25 a 40 dB

Dificultad para escuchar el habla suave en un entorno ruidoso

Moderada

De 40 a 60 dB

Dificultad para escuchar niveles conversacionales moderados cuando hay ruido de fondo

Severa

De 60 a 80 dB

Dificultad para escuchar la conversación a nivel alto, pero sí se oye con amplificación

Profunda

A partir de 80 dB

Dificultad para escuchar y entender, incluso con amplificación

Y hay varios tipos según la causa de la pérdida: 

CONDUCTIVA: su origen es el oído externo o medio y puede ser causada por infecciones, acumulación de cerumen, tímpanos perforados, otoesclerosis o un desarrollo óseo anormal del oído medio. 

NEUROSENSORIAL: representa el 90% de los problemas auditivos en adultos y puede ser causada por envejecimiento o la exposición a ruido fuerte. Su origen está en la cóclea y el nervio auditivo. Se puede solucionar con audífonos y ocasinalmente con cirugía.

MIXTA: es una pérdida donde existen componentes conductivos y neurosensoriales.

El audiólogo le preguntará sobre su salud general y auditiva, su estilo de vida y sus necesidades de audición. Después realizará una evaluación auditiva completa, examinando el interior del oído con un videotoscopio de fibra óptica, una acumetría con diapasones, una audiometría por vía aérea y ósea y una prueba de discriminación de palabras. Los resultados de estas pruebas mostrarán si padece o no pérdida auditiva y le ayudarán a decidir los pasos a seguir para su solución.

Depende del tipo de pérdida auditiva, de la actividad cotidiana que realice y de otras consideraciones técnicas y estéticas. Nuestros audioprotesistas le ayudarán a elegir los audífonos más adecuados para su caso.

Los audífonos transforman las ondas sonoras que entran por el micrófono en una señal digital, que llega al chip de procesamiento y este la modifica para obtener el objetivo auditivo necesitado. Finalizado el procesamiento, la señal se vuelve a transformar en analógica, se envía al altavoz del audífono y es escuchada correctamente por el usuario.

Debemos acostumbrarnos a la nueva manera de oír con los audífonos. Al principio los sonidos parecerán muy altos, incluso deberemos de hablar más bajo, porque ahora escucharemos más que antes. Poco a poco, todo irá normalizándose. Al cabo de una semana o dos, realizaremos una revisión de control para realizar los ajustes necesarios y después, se programarán otras hasta que nos hayamos adaptado por completo.

Normalmente la vida útil de un audífono nuevo es de 5 años. Puede preguntar a su audioprotesista sobre la garantía de los audífonos.

  • Apague los audífonos antes de acostarse.
  • Si se acumula humedad en el interior, deje el portapilas abierto por la noche para que los componentes internos se sequen.
  • Mantenga los audífonos alejados del calor o el frío excesivos. 
  • Quítese los audífonos antes de utilizar, por ejemplo, laca para el cabello, perfume en aerosol o lociones de afeitar. 
  • Manipule los audífonos con cuidado. Si se caen al suelo o sobre una superficie dura, su audioprotesista debe comprobar que no estén dañados. 
  • A pesar de la protección que ofrece el recubrimiento de nanotecnología, nunca sumerja los audífonos en agua, ni los use mientras esté en una sauna. Proteja los audífonos de la lluvia. 
  • Manténgalos fuera del alcance de los niños y las mascotas.

Utilice agentes de limpieza apropiados para audífonos o un paño suave y húmedo (pero no mojado). No utilice alcohol ni otros disolventes para limpiar los audífonos. El tubo y el acoplador del auricular deben limpiarse con un paño suave en los audífonos de tipo retroauricular. Si el cerumen se acumula en el acoplador y es difícil de limpiar, solicite ayuda al audioprotesista.

Los acúfenos son sonidos como timbres, zumbidos o siseos que se escuchan cuando no están presentes en el entorno. 1 de cada 5 personas en España experimenta acúfenos (o tinnitus) y casi 12 millones de personas acuden al médico anualmente.

Su aparición está relacionada con la exposición a sonidos fuertes que pueden dañar las células sensoriales del oído interno. También se ha asociado con exceso de cera en el oído, infecciones en oído, presión arterial alta, el proceso de envejecimiento y trastorno de los nervios sensoriales. El alcohol, la cafeína, el tabaco y algunos medicamentos como la aspirina también pueden causar o empeorar los acúfenos.

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